No sé a ustedes, pero a mí esto de estar de vacaciones comienza a deprimirme; tantos meses deseando disponer de tiempo libre para poder perderlo, y cuando por fin los hados tienen a bien concederme tan preciado regalo, descubro con estupor que olvidé un pequeño detalle: en vacaciones puedes olvidarte de la cara de cabronazo de tu querido jefe, del dichoso vecino del quinto y su perro especialista en ladridos nocturnos, e incluso de tu novia (eso para mí es fácil) con la excusa de que te envían a un congreso mundial de empleados de banca con hemorroides en Honolulu...pero hay algo de lo que resulta imposible olvidarse, y mira que lo intentado: de mi mismo.
Al principio, pensé que con unos cuantos ejercicios de taichi y un par de meditaciones al día conseguiría evadirme por una buena temporada, pero no funcionó; al final, te mirabas al espejo y continuabas estando ahí, tan sólo que un poco más gilipollas y con un par de contracturas musculares de añadidura. Más tarde, tuve la feliz idea de convertirme en drag queen; yeah, yo por ahí con mi vestido de lentejuelas, con mis plumas, con el maquillaje fashion y las botas de plataforma...seguro que podría hacer el idiota a gusto...pero tampoco; siempre te encuentras por la calle a algún anormal que te reconoce, que te grita “¡Hey! ¿tu no eres el del banco? ¿qué haces así vestido? Ya sabía yo que eras un poco maricón... Oye, y ya que estamos aquí...¿para cuando tendré lista mi hipoteca?” y claro, ante eso todo el glamour se te viene abajo.
Pero no crean ustedes que me rendí, no...también intenté meterme en una caja de madera y mandarme a cobro revertido a cualquier lugar del mundo donde me admitieran, como el tipo ese de las noticias...pero tampoco; estaba yo tranquilamente en casa viendo la porno, cuando llamaron a la puerta: “Oiga, lo sentimos, pero aquí le devolvemos su paquete. No lo quieren ni en un bar de sodomitas” ... y ahí me tienen, abriendo la caja y encontrándome a mi mismo hecho unos zorros, aunque eso sí, al menos me sirvió para aprender a decir “!!al carajo con este tío!!” en varios idiomas.
Después de tantos fracasos, decidí que lo mejor sería abandonarme a la bebida; pero no en plan cutre, no, si no con clase, a lo Nicholas Cage en “Leaving Las Vegas”. Si señor, estaría bien eso de irme a un lugar donde los bares nunca cierran, y buscarme a mi Elisabeth Shue particular para degenerar un poco en compañía...pero que quieren que les diga; el presupuesto no dio para mucho, y terminé en el bar de la esquina tomando tintos de verano. De la Shue, ni rastro...tan sólo apareció un tipo que me decía que me hacía no se qué por diez euros, y aunque dadas las circunstancias resultaba tentador, decidí emplear mis últimos diez euros en un boleto de la primitiva y en un tetrabrik de Don Simón. Creo que no hará falta decirles que no me tocó ni el reintegro...
Desde este sillón en el que ahora me desparramo (me pregunto como pude comprar una cosa tan incómoda) espero impacientemente la vuelta al trabajo. No sé que hacer; ya me he leído las Páginas Amarillas, los presupuestos del Estado del período 1855-2003 y la apasionante biografía de Sofía Mazagatos....me limito a intentar mover los objetos con el pensamiento, y hasta ardo en deseos de que el perro del vecino ladre como todas las jodidas noches para cerciorarme de que no pertenezco al reino vegetal. Esto de las vacaciones es una tortura. Que alguien me socorra.
<__trans phrase="Posted by"> skeletor <__trans phrase="at"> 6 de Noviembre 2003 a las 01:35 AMVente aquí y tus vacaciones serán unas vacaciones de las de verdad.
Me parece que no pusiste la dirección correcta donde enviar el paquete.
¿Te la vuelvo a dar? ;)