Kaos

Razones para cambiar de equipo

Siempre he creído que la fidelidad a unos colores es algo genético; no sé si será una combinación extraña de cromosomas raros, o una mutación de la cadena de ADN que te obliga a permanecer invariablemente identificado con una camiseta...en mi caso, he soportado con santa paciencia todo tipo de penalidades futboleras; goles en propia puerta dignos del Circo Mundial, robos arbitrales merecedores de cadena perpetua, más descensos que en una fábrica de ascensores, penalties fallados en el último minuto, desapariciones diversas por deudas, campos de tierra en pueblos perdidos en el inframundo donde los lugareños te dicen de todo menos bonito...he podido con todo; jamás ganaremos un puto título, ni levantaremos una copa , ni saldremos en televisión a no ser que a Beckham le pique un huevo jugando en nuestro campo....pero todo no eso me importaba; los colores blanquiazules siempre en el corazón...hasta hoy.

Con esto no he podido. Dimito.