Como corresponde a un individuo serio, maduro y responsable, creo en todo tipo de supersticiones; las meigas, haberlas hailas, y por si acaso, es mejor tomar las oportunas precauciones...así que en la noche de ayer, como todos los años, llevé a cabo el ritual adecuado por la ocasión, siguiendo las enseñanzas de maestros consagrados como Rappel, Paco Porras, etc. No hay que dejar nada al azar: me comí las doce uvas de rigor, las lentejas, metí un billete en mi zapato derecho y me puse un taparrabos de color rojo, amén de cruzar los dedos de las manos, pies y tirar mi copa hacia atrás después de beberla (intenté acertarle al chucho de Doña Pepita, pero no hubo suerte)...tras la consiguiente e inevitable ingestión de fluidos etílicos, me acosté con la satisfacción del deber cumplido una Nochevieja más.
Esta mañana, me puse mis mejores galas para un día tan especial: ataviado con mi chándal de segunda mano y mi camiseta de propaganda, encaminé mis pasos hacia la calle, dispuesto a cumplir la última fase del ritual...es algo de mi cosecha, una especie de manía, consistente en fijarme en la primera persona que se cruce en mi camino: si se trata de un morena de ojos de caramelo y cintura de ensueño, es que el año que comienza me deparará todo tipo de parabienes...así que rezando para que a esas horas no se le ocurriera a Doña Pepita bajar al bicho a pasear, crucé el umbral de la puerta en busca de mi destino...
Mala suerte; el primer espécimen del género humano que me encuentro, tras sortear todo tipo de restos de basura y vómitos diversos, es un varón de mediana edad...¿para que cojones quiero yo un varón de mediana edad? de la morena de ojos de caramelo, ni rastro...además, el tipo tiene una pinta de colgado de la vida que espanta;.mira que salir a pasear a estas horas.... a quién se le ocurre...de repente, se vuelve hacia mí, y me dirige unas palabras con profundos significados ocultos:
-Buenos días.
-Buenos días, le respondo educadamente (propósito de enmienda del nuevo año: no eructar en presencia de desconocidos). El extraño saca del bolsillo de su chaqueta una especie de folleto, me lo entrega como si fuese un tesoro de incalculable valor, y pronuncia las palabras mágicas:
-¿Sabe usted que en el 2004 llegará el fin del mundo?
Acojonado quedo; tanta uva, tanto taparrabo rojo, y llega el hijo puta este a joderme el plan...le miro a los ojos con cara de proporcionarle un pasaporte rápido hacia la eternidad, y rompo en trocitos su deprimente panfleto.
-Vamos a dejarlo para otro año, ¿quiere?
No fueron necesarias más palabras...tras el breve encuentro, cada uno de los chiflados siguió su solitario camino en busca de la siguiente víctima.
Que mal rollo...
¿Sabía usted que este va a ser un año redondo? No hacen falta señoritas con cintura de avispa para saberlo.
<__trans phrase="Posted by:"> Cvalda <__trans phrase="at"> 1 de Enero 2004 a las 09:03 PMNo hagas caso de los panfletos.
El mundo acabó hace un buen rato.
Esto que estamos viendo son los títulos de crédito.
Pero me han dicho que luego ponen dibujos.
<__trans phrase="Posted by:"> bertruss <__trans phrase="at"> 4 de Enero 2004 a las 04:28 AMQué gente...mira que le cuesta al mundo acabarse, lleva así siglos :p ende luego...
<__trans phrase="Posted by:"> nArAyAn <__trans phrase="at"> 4 de Enero 2004 a las 08:33 PM