10 de Julio 2004

Leyendas del desierto

El sol quemaba como siempre...no podía ser de otra manera: aquello era un puto desierto, con sus dunas, su arena y sus pedruscos inservibles...nuestro protagonista se preguntaba cómo demonios había ido a parar a aquel lugar tan solitario y desapacible, él que estaba acostumbrado a las playas de Torremolinos y a las guiris sonrosadas.. la terrible realidad es que allí estaba, rodeado de la inmensidad y con la sola compañía de sus pensamientos...

-Quién me mandaría a mi leer el “El Alquimista”...si en lugar de ese tostón me hubiese leído el Marca, ahora mismo estaría delante del televisor bebiendo una Heineken fresquita; como pille al Coelho de la narices...

Las horas transcurrían tan lentamente como un debate sobre el estado de la nación con comentarios de Pedro Ruiz; el sol parecía que quería descojonarse de la desdicha de nuestro héroe, y permanecía inmóvil en todo lo alto...los buitres se acercaban peligrosamente, atraídos por el suculento festín que se avecinaba...

-Me muero de sed; lo que daría yo por un poco de agua, o cualquier cosa que calme esta sensación tan espantosa...bueno, cualquier cosa no: el DYC sólo lo trago si es de 8 años....!por favor, voy a morir! ¿nadie va a socorrerme?

Exhausto, aquel hombre cayó al suelo...la mala fortuna que le acompañaba quiso que, con todo un desierto tan enorme y tanta arena, fue a darse en los huevos con una cosa dura y picuda, una especie de lámpara como la de los cuentos de las mil y una noches...

- A ver si el puto Coelho va a tener razón, y el desierto es un lugar plagado de misterios...

Sin mucha convicción, frotó la dichosa lamparita, con la débil esperanza de que dentro estuviese Laetitia Casta dispuesta a bailarle la danza del vientre, o al menos a Florinda Chico con una botella de agua destilada...de repente, aquella lámpara comenzó a emitir un extraño ruido, algo parecido a los retortijones de Rosa de España después de haberse comido el segundo plato de callos de los domingos...

-FLOP- Ostras, ¿qué cojones es eso?- exclamó.

Un humo gris comenzó a salir del pitorrillo de la lámpara, formando una densa nube...la nube fue lentamente tomando forma humana, ante los atemorizados ojos del viajero....

-Buenas tardes: has tenido suerte hoy; soy el Genio de la lámpara maravillosa, y estoy aquí para concederte tres deseos.

-La Virgen...

-No, la Virgen no, el genio de la lámpara, nos hemos quedado sin vírgenes.

-No, si yo lo decía porque esto es increíble; además, no tiene usted mucha pinta de virgen, con el bigotillo ese que usa. Para mi que se parece usted a Aznar..

-Es que soy Aznar, atontao...¿acaso no has reconocido mi voz sensual?

-Usted perdone, es que así, de sopetón...oiga, ¿y que hace usted aquí?

-Soy el nuevo Genio de la lámpara; la cosa para los ex presidentes está mu mala, y me ha salido este currelo con el que me gano unas pelillas.

-Pobre...

-No lo sabe usted bien; mi Anita es amante de la buena vida, y cuesta mucho trabajo cumplir con sus caprichitos...además, ahora que la fea, digo la niña me ha hecho abuelo...

-Tiene que ser duro ser tan calzonazos, si...

-¡Oye! ¿a que te quedas si deseos?

-Usted perdone, pero es que estar haciendo todo el santo día lo que dice su Anita, su amigo Blair, Bush y toda esta gente...

-Venga, vamos al lío, que no tengo toda la tarde...a ver, ¿qué tres cosas quieres?

-No sé...¿puedo pedir lo que se me ocurra, o esto tiene truco? ¿hay cámara oculta?

-No, pide lo que te salga de los cojones de una vez.

-Vale, vale...a ver....quiero agua, mucho agua, para calmar esta horrible sed.

-Así sea...K-BOOMMMMM!!!

Una enorme polvareda de arena se debatió sobre el lugar; el viajero tardó unos minutos en recuperarse de la impresión y contemplar lo que había ocurrido tras el terrible estruendo...el Genio de la lámpara permanecía de pie, impasible, al lado de una botella de agua del grifo de litro y medio...

-Ostras!!! Agua!!!

Tras abalanzarse sobre la botella como un defensa del Sevilla sobre las piernas del contrario, y saciar por fin su sed, nuestro héroe sintió curiosidad por cómo el Genio había sido capaz de lograr algo tan milagroso...

-Oiga...esto es increíble...¿cómo ha hecho usted para conseguir esta botella?

-Muy fácil-replicó el Genio- Tan sólo he tenido que aprobar un par de Decretos-Leyes, pagar unas cuantas comisiones ilegales, construir un trasvase Amazonas-Desierto de Arabia, talar unos cuantos millones de árboles y ya está...ahí tienes tu botella de agua..

-Joder, si va ser verdad que es usted un genio, si...

-No lo sabes tu bien; venga, vamos a por el segundo deseo, que me esperan para jugar al paddle...¿qué quieres ahora?

- No sé...creo que pediré salir de aquí, y volver a algún sitio medianamente civilizado donde descansar un poco.

-Así sea...K-BOOMMMMM!!!

De nuevo el horrible estruendo, y las toneladas de arena cayendo sobre la cabeza del viajero...de nuevo la imperturbable figura del genial Aznar a unos metros de él...y esta vez, junto a una Vespino de tercera mano y una lata de gasolina medio vacía...

-Anda...¿se supone que voy a salir del desierto con eso?

-No te quejes; si supieras lo que me ha costado conseguir estas cosas...

-¿Y eso?

-Bueno, lo de la moto ha sido fácil, pero lo de la lata no...he tenido que organizar un par de guerras e invadir una treintena de países; ni te imaginas la cantidad de desagradecidos que hay en este mundo, y que se enfadan por algún pequeño efecto colateral que otro...pero yo quiero lo mejor para todos los españoles, así que aquí tienes tu lata.

-Joder...¿ y no podía haberla comprado en el Mercadona? ¿Todo ese follón por una lata de gasolina?

-Oye-dijo el Genio- ¿con quién te crees que estás hablando? Chaval, yo soy el Rey de la Política Internacional; si yo digo que hay que invadir un país, se invade y punto. Los intereses de los españoles son los que me sale a mi de los cojones, y si los españoles como tu necesitan latas de gasolina, no reparo en esfuerzos...no me habrás salido rojeras, ¿verdad? Anda, vamos con el último deseo de una puta vez.


El viajero se quedó pensativo por unos instantes, contemplando el rostro de aquel genio de bigotillo y mirada traicionera...

-¿Qué? ¿Te decides ya por el último deseo? Rapidito, que me espera Jiménez Losantos.

-Si...creo que ya lo tengo.

-A ver, ¿que quieres?

-Multiplíquese por cero.

-¿Cómo? Dijo Aznar, moviendo el bigotillo como cuando se le aparece Felipe González en sus peores pesadillas.

-Lo que ha oído. Que se multiplique por cero.

-¿Serás desgraciado? ¿Cómo se te ocurre pedirme algo así? A mi, que lo he dado todo por ti y por todos los españoles...seguro que eres catalán, vasco o escuchas la Ser, cabrón de mierda.

-Oiga...usted es el Genio de la lámpara y me ha prometido tres deseos, ¿no? Pues tiene que cumplirlos; y me deseo es que se multiplique por cero, y librar a la Humanidad de su cara de amargado para los restos.

El Genio lanzó todo tipo de improperios en castellano con acento de Texas y en catalán íntimo; el viajero le estaba pidiendo que se retirara de la circulación a él, al gran Aznar, al hombre que con sus esfuerzos había conseguido que este mundo fuera más justo.

-Multiplíquese por cero, Sr. Aznar

-Esta bien, tu lo has querido; a ver que coño vais a hacer ahora sin mi, pandilla de rojos...toma tu puto deseo...ARRIBA ESPAÑA!!! K-BOOOOOOOOOM!!!


Y se convirtió en Rajoy.


Moraleja: la mierda ni se crea ni se destruye; tan sólo se transforma.

<__trans phrase="Posted by"> skeletor <__trans phrase="at"> 10 de Julio 2004 a las 01:31 AM
<__trans phrase="Comments">

Habrá que ver a Aznar con traje de genio... debe estar tan sexy...

<__trans phrase="Posted by:"> Cvalda <__trans phrase="at"> 10 de Julio 2004 a las 07:45 PM

Aznar siempre dispuesto a joder al prójimo.

Jeje se ve que al Bigotes no le pagaban bien en la universidad esa estadounidense en la que daba conferencias...glups, pobres alumnos

<__trans phrase="Posted by:"> nArAyAn <__trans phrase="at"> 10 de Julio 2004 a las 08:53 PM
<__trans phrase="Post a comment">









<__trans phrase="Remember personal info?">




 " />  " />